Serif
La más antigua y utilizada de las fuentes. Es la tipografía que decora las terminaciones con serifas para revertir la falta de hacer en líneas rectas.
Las percibimos como clásicas, formales, institucionales, conservadoras, etc. Esta tipo es muy apropiada para la lectura de textos largos puesto que ayudan al ojo a separar y entender más rápido el conjunto de letras que otras familias tipográficas.
Algunos tipos: Book Antigua, Courier, Garamond y Times New Roman.
Sans serif
De procedencia inglesa. Esta tipografía no tiene serifas y está asociada a la tipografía comercial puesto que es legible en formatos tanto grandes como pequeños (carteles, etiquetas) transmitiendo modernidad, fuerza y actualidad.
Algunos tipos: Helvetica, Futura, Monserrat y Lato.
Manuscrita
Son fuentes que simulan la caligrafía transmitiendo elegancia, creatividad delicadeza y humanidad. En los carteles se suele utilizar para recrear firmas para enfatizar la marca y creador (símbolo de confianza y acercamiento)
También están las góticas que simulaban la escritura de los monjes y transmiten todo lo contrario como oscuridad, crueldad y antigüedad.
Algunos tipos: Gótica, Brush, Vivaldi y Edwardian Script.
Decorativas
Son de las tipografías menos legibles puesto que para textos no funcionan bien y que suelen estar creadas para un fin en concreto, normalmente logotipos puesto que expresan creatividad y se identifican fácilmente con la marca y su carácter.
Algunas tipos: Esténcil, Art Nouveau, Pop Art o Grune.